viernes, 16 de noviembre de 2012

Gay Flower, un detective muy particular del escritor Pgarcia


Ya que estamos haciendo un pequeño repaso de detectives gays en las últimas entradas, si hay uno por excelencia, hasta en el nombre, ese es Gay Flower (de Gaylor R. Flower). Bajo el pseudónimo de Pgarcía se esconde José García Martínez-Calín, autor de muy diversas obras: novelas, teatro, ensayos, guiones de cine y de variados géneros: humor, ciencia-ficción, policiaco... La serie de Gay Flower es un homenaje a las novelas y cine clásico de género negro pero no solo como referencia ya que por sus páginas pululan directamente detectives como Marlowe, Lew Archer, Charlie Chan o el famoso abogado Perry Mason. A este último le gana un litigio en lo que con mucha guasa titula "el único caso que perdió Perry Mason". También visitan sus páginas los propios autores de novela negra y unos cuantos actores son incluso protagonistas de las tramas como Humphrey Bogart, Lauren Bacall, Cary Grant...

En alguna antología de literatura policiaca española no aparece este autor, tal vez porque estas novelas se consideren más humorísticas que detectivescas en sí. De hecho, las resoluciones de los casos son más bien fortuitas y rocambolesacas e importa más la galería de personajes con los que se topa Gay Flower, lo cual no es de extrañar si decimos que este autor trabajó en la famosa revista satírica La Codorniz y fundó después una especie de continuación llamada La Golondriz.

Algunos títulos de estas novelas son también bastante cachondos como  "El calzoncillo eterno" que no es sino un juego de palabras con el título ingés de la famosa novela de Raymond Chandler "El sueño eterno" que en inglés es The big sleep" y suena igual que "The big slip" o "Flower siempre llama dos veces" parodiando "El cartero siempre llama dos veces". Toda la serie es un delirio exagerado con casos, situaciones, personajes y diálogos a cual más absurdo, que o bien te hace reir o te cansa un poco. A mí me ha pasado un poco lo mismo con las dos únicas obras que he podido leer, "Gay Flower, detective muy privado" y "El nombre es Flower", que a ratos eran muy divertidas y por momentos eran un poco más cansinas por tanta acumulación de absurdo. De todas formas se pasa un buen rato. Por lo olvidado que parece el autor hoy, muchas de sus obras son casi inencontrables; se han agotado y no hay reediciones. Se consigue algo por internet o en alguna librería especializada y de segunda mano.

Las historias de la serie son: Gay Flower, detective muy privado, 1978, El nombre es Flower, 1982, Flower, al aparato, 1982, Demasiados muertos para Flower, 1983, Flower en El calzoncillo eterno, 1983, ¿Pero hubo alguna vez 800.000 puestos de trabajo?, 1984, Flower en El Tataranieto del Coyote, 1985, El Método Flower, 1991 (con "Encontrar un culpable" y "Adiós, muñeco)" y otras novelas cortas como: Flower siempre llama dos veces, 1995,  Flower, blanco y negro, 1996, La leyenda de Fulwider y Trevillyan, 1996, Mi nombre es Flower, 1997, La venganza de Flower, 1997, Flower, te necesito, 1998, La cliente de Flower, 1999, Fulwider, Trevillyan & Moriarty, Ltd., 1999  y Flower, punto final, 2002.

martes, 13 de noviembre de 2012

El detective travesti turco de Mehmet Murat Somer


Ya que hablamos en la entrada anterior de protagonistas homosexuales en la literatura policiaca, me gustaría dar un repaso a otros detectives gays. Me leí hace unos años una novela titulada "El beso asesino; un caso del primer detective travesti", en el que este personaje del cual no se menciona el nombre decide investigar un caso de asesinato. Nuestro protagonista de hoy ejerce de informático de dia y regenta un club de ambiente de noche. La muerte de una de sus chicas le llevará a involucrarse extraoficialmente en ese caso. Lo más interesante de esa novela, más que la trama policiaca que no recuerdo como demasiado apasionante precisamente, es la descripción del ambiente gay en Turquía. Tal vez creemos que no existe algo así por allí  pero que según el autor "en determinadas zonas la vida nocturna gay se prolonga los siete días de la semana, 24 horas, algo comparable a San Francisco" y todo ello a pesar de que en ese país existen leyes que persiguen la homosexualidad.
Esa primera novela se publicó en 2006, un poco después salió "Los crímenes del profeta" y creo que ahí se pierde la pista de esta serie, editorialmente hablando, en España. Tampoco se encuentran muchas más pistas por internet sobre esta serie pero parece que Mehmet Murat Somer ha escrito unas cuantas más sobre este detective aficionado. En todo caso hay que aplaudir la valentía del escritor por atreverse con este personaje en Turquía.

viernes, 9 de noviembre de 2012

Marta Sanz y su detective gay Arturo Zarco


Hemos hablado anteriormente en el blog de unos cuantos investigadores gays del panorama literario: el detective Henry Rios de Michael Nava (ver entrada), el peluquero gay metido a detective Tomas Prinz de Christian Shunemann (ver entrada) y el curioso detective negro y gay Pharoah Love de George Baxt (ver entradas). Por aquí también hay alguno que otro y hoy nos ocuparemos del sin par Arturo Zarco, cuarentón y gay atraído por chicos jovencitos (su ex esposa le llama directamente pedófilo). Dos novelas de Marta Sanz son protagonizadas por este detective, las que vemos aquí arriba en su diseño de cubierta. O tal vez deberíamos decir coprotagonizadas porque me acabo de leer la primera: Black, black, black y se divide en tres partes donde vemos los acontecimientos primero en su propia voz, en segundo lugar en la voz de una de las sospechosas por medio de un diario, para terminar con el relato de su antigua mujer que acaba de solucionar el caso ¿o no?

Como podemos adivinar de la estructura comentada, estamos ante una obra muy original para lo que es la literatura policiaca de los últimos tiempos. Cada una de las partes es una vuelta de tuerca más para el esclarecimiento del caso pero más que eso, para ver una situación y unos personajes con ojos diferentes. En realidad es también una bonita reflexión acerca de la inabastabilidad de la "verdad", la relatividad de los hechos y la subjetividad con que cada uno vive su vida. Por ello estas obras (por lo menos la primera, que es la que he leído; hay también críticas bastante positivas de la siguiente) van algo más allá de la adscripción a un género y de hecho, está publicada en la editorial Anagrama, en su colección general Narrativas hispánicas rodeada en el catálogo de Bolaño, Vila-Matas, Pombo, Tomeo, Piglia, Molina Foix...

En la primera novela no está presente mucho el ambiente gay y éste se limita al protagonismo del detective, a la narración de algún devaneo amoroso y a alguna perlita que se va colando en la conversación telefónica de la ex pareja. No busquemos por tanto tramas homosexuales o localizaciones y personajes del ambiente como en Michael Nava y George Baxt. Como suele ser habitual, no comento demasiado la trama en sí, para no destripar la obra. Ya la descubriréis vosotros mismos. Una pequeña joya en forma de novela detectivesca que merece mucho la pena por su cuidada escritura, por su arriesgada estructura y por lo que te hace reflexionar. Con todo ello huelga decir que la recomiendo sin ambages.

jueves, 4 de octubre de 2012

Festival Fantástico de Sitges 2012

Comienza hoy una nueva edición del pionero festival, referencia del terror y la ciencia-ficción desde hace más de 40 años. Ha llovido mucho desde aquellos años en los que se exigía llevar corbata y se tenía que tener buen dominio de idiomas ya que la mayoría de filmes venían tal cual sin subtítulos (el francés no era mucho problema en los años 60 y 70 ya que era el idioma extranjero en los colegios, pero sí el inglés y no digamos el chino, el checo, el polaco...)  Ahora todo es más accesible y la programación también es mucho más amplia, lo que permite proyecciones más familiares, incluyendo muchas de dibujos animados.

Este año destacan estrenos de unos cuantos directores emblemáticos como Cronenberg o Dario Argento (con su Drácula 3D) y la habitual sección asiática con representación china, coreana, thailandesa, japonesa... Como vemos en el cartel, Sitges va a padecer el fin del mundo y tal vez por ello los organizadores, ante la inminencia de du propia destrucción, creen que podrán pasar mejor el juicio final si hacen un último favor al espectador y han decidido no subir los precios especto al año pasado ni aplicar el nuevo IVA. Y si ya había poca escusa, Sitges  nos ofrece como siempre sus playas para estirarnos un poquito si el tiempo lo permite. Nos vemos por allí.

martes, 17 de abril de 2012

Detalles que hacen de Psicosis una película inolvidable

Psicosis es una de las referencias del terror y una película inolvidable por muchos motivos. El primero por ese duelo inesperado entre Janet Leigh y Anthony Perkins.



Por esos pajarracos que curiosamente ya nos avanzan el peligro de su película posterior, tal vez por venganza de verse así expuestos.




Por ese agujero tan oportuno que muchos quisieran tener.




Por ese hueco exagerado que deja la madre en su cama.




Por esos títulos de crédito de Saul Bass con los violines de Bernard Hermann chirriando y poniéndote ya los pelos de punta.







Por esa mirada final de Perkins y el encadenamiento final que hace parecer su cara un cráneo durante un segundo.



Por ese momento de suspense en el que el coche para de hundirse y todos queremos que lo haga.



Por como se lleva la mano a la boca Perkins cuando descubre el asesinato.



Por esos otros momentos de suspense en el coche durante la huida.



Por cómo le resoba el dinero el millonario. Estás deseando que se lo roben.



Por lo guapo que está John Gavin en la escena inicial.



Por ese policía tan molesto y odioso. Otro momentazo de suspense.






Porque Janet Leigh va primero de blanco y después de negro.



Por esa explicación tan larga y anticlimática del psiquiatra que casi nadie entiende.



Por esa escena idílica del comienzo que parece también innecesaria pero que aporta la clave del porqué del robo. Por cierto ¿ya he dicho que John Gavin está muy guapo?




Por ese cadáver momificado de la madre y por cómo la luz de la lámpara movida la hace parecer casi viva.






Por otro gran momento del filme. Ese asesinato de Arbogast primero visto cenitalmente y luego la caída en travelling.



Por cómo pronuncia "Arbogast" el policía del condado. Con asco y arrastrando las vocales, quizás para demostrar que no le importa mucho la desaparición de semejante individuo. Ya se sabe que los detectives privados suelen dejar en evidencia a los policías y no son muy bienvenidos.



¿Ya había dicho que John Gavin sale muy favorecido? ja,ja,ja









Y para acabar, por supuesto, por la escena de la ducha, de la que no hay mucho que decir porque ya se ha dicho todo. Tal vez la escena más famosa y analizada del cine todos los tiempos.

viernes, 9 de marzo de 2012

El huevo con truco (1984) de James McClure



James McClure es un autor con poca obra publicada en nuestro país. De hecho, nuestra obra protagonista de hoy se ha editado como inédita en 2007 según la edición que tengo y que se ve en la foto aunque creo que por los años 80 ya hubo otra traducción llamada El huevo ingenioso. Sea como fuere, estamos ante una de las mejores obras policiacas de esa generación de los años 70-80, que conformarían entre otros P.D. James, Ruth Rendell, Donald Westlake o Peter Lovesey, y que aparece en alguna de las listas de mejores novelas detectivescas de todos los tiempos, ahí es nada.


El escritor nació en Sudáfrica y luego se trasladó a Inglaterra. Prácticamente toda su obra está escrita ya en Europa pero en la mayoría de ellas nos pinta el ambiente de su país natal. Así, la serie de los detectives Kramer y Zondi sucede en una ciudad fictícia de Sudáfrica y en la trama se entrecruzan zulúes, bantúes y colonos blancos en la época del apartheid, lo que la dota de cierta originalidad y añade una nuevo aliciente para el habitual lector de este tipo de novela.


La he disfrutado bastante más desde ese punto de vista cultural e histórico que por el misterio policial propiamente dicho, lo cual no sé si es bueno o malo.

sábado, 3 de marzo de 2012

Un hombre lobo en Galicia. Brañaganda de David Monteagudo

David Monteagudo ha empezado a escribir tardíamente pero ya nos ha dejado un par de buenas obras, Fin y Brañaganda ambas en los límites del género de terror. La primera supuso el descubrimiento de este autor y tuvo un buen éxito de ventas (para lo que es este país, claro). Según Javier Quevedo, amigo del blog y también escritor de literatura terrorífica ("Cuerpos descosidos" 2011) es una de las mejores de este género en los últimos años en un listado que realizó en su blog Walpurgisnacht. Yo, por no hacerle caso en sus recomendaciones, he leído la última y dejo aquella para mejor ocasión.


Brañaganda retoma el mito del lobishome, una forma autóctona de Galicia para denominar un hombre lobo que, por cierto, me parece sonoramente evocadora y mucho más bonita que la tradicional. Ya habíamos oído esa palabra en la muy recomendable película de Pedro Olea El bosque del lobo.


He disfrutado mucho de esta lectura, el ambiente está muy bien conseguido y la atmósfera de terror te envuelve durante todo el libro. Hay quien ha criticado el final tan abierto y también se ha dicho que las últimas páginas son innecesarias. Al parecer ese tipo de final es marca de la casa y no digo mucho más para no desvelar nada. Gustará bastante a los amantes del género de terror pero también a muchos otros lectores porque no ahonda demasiado en cuestiones sangrientas y es todo muy sugerido. Tampoco es descabellado tomarla como un relato detectivesco al estilo whodonit (¿quién lo hizo?) como llaman algunos teóricos al cine y literatura al estilo de Agatha Christie, donde durante toda la obra uno trata de adivinar el autor de los asesinatos, robos... analizando las pistas y acompañando al detective.


Recomendable. Un buen autor a seguir.