viernes, 31 de diciembre de 2010

Asesinatos en la Academia Brasileña de Letras, de Jo Soares

Acabo el año con la reseña de uno de los libros que más me han gustado de este 2010 aunque no es una novedad ya que se publicó en 2007 por aquí. Se trata de una novela detectivesca bastante imaginativa. El autor es brasileño y tal vez por ello aporta un tipo de escritura algo diferente a lo que estamos acostumbrados, conservando de todas formas la intriga propia de este género. El estar ambientada en el Río de Janeiro de 1924, cuando se estaba construyendo el Cristo del Corcovado, le aporta también cierto atractivo histórico. No dudo en recomendarla. Además, para los que no tengan mucho tiempo, es relativamente corta, no es un tochazo como se estila en los últimos BestSellers. Literariamente hablando es muy agradecida y los personajes son muy atractivos, quizás sea también por lo desacostumbrado de la localización. Una pequeña joyita dentro del intrincado océano de la literatura policiaca. Por cierto, la edición de Siruela es muy exquisita, como siempre (recordemos la preciosa colección de literatura medieval). ¡Algunos nobles no reparan en gastos y se lo pueden permitir! Recordemos que el creador de Siruela es ni más ni menos que el hermano de nuestra conocidísima Duquesa de Alba, que por supuesto es también Condesa de Siruela entre otras decenas de títulos. Habrá que hacer alguna entrada al respecto (ja,ja). Del mismo autor existe también por aquí otra obra llamada El Xangó de Baker Street donde el protagonista es ni más ni menos que el gran Sherlock Holmes en un supuesto viaje a Brasil. Promete también. FELIZ 2011 A TODOS!!!!!!!

lunes, 27 de diciembre de 2010

Cuentos sangrientos y policiacos de Emilia Pardo Bazán

Conocemos a la escritora gallega como representante del realismo español y como introductora del naturalismo, un tanto más radical que el anterior. No obstante, la autora de Los pazos de Ulloa también fue muy dada a la literatura fantástica, que podríamos considerar un poco alejada de esos presupuestos realistas pero no necesariamente incompatible. Escribió numerosísimos cuentos a lo largo de su vida y los más truculentos se suelen agrupar en antologías de temática específicamente de misterio como las que vemos en esta entrada, una de ellas con ese bonito título sacado de uno de sus cuentos: Un destripador de antaño. Coincidió con aquellos años de cambio de siglo en los que precisamente se estaba poniendo de moda un tipo de literatura que ahora llamaríamos "de género" gracias a escritores como Edgar Allan Poe o Arthur Conan Doyle. Pardo Bazán, viajera e inquieta, entró en contacto con esta literatura (que ya tenía por aquí representantes como el Bécquer de las Leyendas y otros románticos tardíos gustosos de historias oscuras). Muy interesante lectura, sorprendente por no esperada y, como vemos, muy al alcance por las muchas versiones que podemos encontrar. Es además una lectura muy adecuada para el metro o autobús porque se trata generalmente de relatos cortos que se acabam e unos minutos. La autora se va a poner también de moda porque se prepara una serie de televisión sobre ella. He leído que se pondrá especial acento en su lucha feminista. En aquella época desde luego que fue bastante adelantada ya que se separó de su marido y vivió a partir de entonces libremente su vida sexual sin importarle los comentarios (que serían muchos). Se dice que mantenía incluso relaciones simultáneas y su nómina de conquistas incluyen a Benito Pérez Galdós y a Narcís Oller. Supongo que la serie no se recreará mucho en esa faceta, eso ya sería más de un "destripador moderno" como Jorge Javier Vázquez (ja,ja).



martes, 14 de diciembre de 2010

Carteles y posters de Nosferatu (y III)

Una tercera y última tanda de los diversos carteles que andan por el mundo sobre la gran película de Murnay de 1922. Volvemos a comprobar una gran variedad de estilos de diseño.











martes, 7 de diciembre de 2010

Carteles y posters de Nosferatu (II)

Una segunda tanda de carteles, posters y carátulas de la película que está siendo protagonista de las últimas entradas del blog. Habrá todavía alguna otra ya que como podéis apreciar hay un buen número de iconografía diferenciada. De las películas de hoy suele haber un solo poster oficial para todos los países, por lo de la homegeinización y los derechos de autor, pero antiguamente había algo más de permisividad y ello dio lugar a toda esta riqueza iconográfica. Era un buen momento para dibujantes, pintores, diseñadores y artistas en general. En esta tanda hay unos cuantos raros y creativos. Os dejo con ellos.



































Carteles y posters de Nosferatu (I)

Más entradas para alegrar la vista gracias a esta gran película de Murnau de 1922. Hoy algo más ligero y bello con todo el grafismo que ha inspirado el film. Algunos carteles son bastante rarillos y curiosos.

















domingo, 5 de diciembre de 2010

Nosferatu como obra romántica. Influencias de Caspar David Friedrich y Arnold Böcklin.


Tradicionalmente se define Nosferatu como obra del expresionismo alemán pero tal vez no sea del todo acertado. Murnau es casi un rara avis dentro de esa corriente supuestamente homogénea. Para empezar, bebe más del romanticismo tardío, del realismo de finales del siglo XIX y del simbolismo. La influencia en su puesta en escena de la obra de Friedrich, Böcklin o incluso Turner es mucho más palpable que la de los expresionistas más contemporáneos como Franz Marc, Oskar Kokoschka, Edward Munch, Emil Nolde y ya no digamos de los expresionistas abstractos como Kandinsky.




Películas como El gabinete del doctor Caligari sí que se ajustan más a ese tipo de expresionismo por la distorsión de sus escenarios creados ex profeso para crear expresar ciertas emociones. En Murnau, y no solo lo digo por Nosferatu, domina mucho más el realismo de los espacios naturales. No era muy del gusto de inventar escenarios y su obra está plagada de grandes escenas en exteriores. La influencia de la obra del pintor Caspar David Friedrich es bastante palpable en las espectaculares imágenes montañosas durante el viaje al castillo del Conde Orlock.










El mismo castillo solitario y algunas imágenes de ruinas del filme recuerdan a otras tantas obras del pintor alemán. En ambos casos se evoca el concepto de la inexorabilidad del tiempo, que tan bien simboliza el propio Nosferatu: eterno y duradero pero también decrépito y solitario.







La escena de la mujer protagonista esperando al lado del mar también tiene una referencia muy clara a otros cuadros de Friedrich. Ella está sola ante la inmensidad como amenaza.






El mismo velero Empusa con el que Nosferatu llega a la ciudad se parece a alguno de los grabados y cuadros del mismo pintor, en el cual el tema del mar está muy presente. Simboliza también esa inmensidad de la naturaleza ante la que los seres humanos estamos empequeñecidos.





La posterior llegada en barca de Nosferatu a la que será su casa tiene otra muy clara influencia en el famoso cuadro del pintor simbolista Arnold Böcklin La isla de los muertos, aunque la foto que he encontrado no es la que hubiera querido con toda la perspectiva de los edificios.



En general también hay una atmósfera neblinesca muy del gusto de William Turner. Con todo lo dicho parece algo temerario encuadrar Nosferatu y toda la obra de Murnau (El último, Amanecer, Tabú...) en el expresionismo alemán. En cuanto al romanticismo en sí como concepto no cabe duda que estamos ante una de las historias más arrebatadoras de la historia del cine y eso era muy del gusto del estilo del Romanticismo del siglo XIX.


Ya véis que no nos estamos refeririendo a lo que hoy se suele entender por romántico: acaramelado, amoroso y propio de la novela rosa sino al auténtico Romanticismo de aquel estilo, es decir al Sturm und drang (tormenta e ímpetu) alemán de los Schiller, Novalis, Goethe y de otros autores de otras latitudes como Victor Hugo, William Blake o por aquí Espronceda, el tardío Gustavo Adolfo Bécquer y Zorrilla (con su escena fantástica en el cementerio de Don Juan Tenorio). Esta gente gustaba de pasiones enfermizas, tormentas, naufragios, cementerios, fantasmas, aquelarres... así que realmente el término "romántico" no suele ser utilizado hoy en su acepción histórica más precisa.



En este sentido más estricto no cabe duda de que Nosferatu es una obra totalmente romántica al cien por cien y que hubiera sido aplaudida por esos artistas. Hemos hablado de literatura y de los pintores Friedrich, Böcklin y Turner pero también hay que recordar los dibujos visionarios de Blake y Füssli, el último Goya de las pinturas negras, el Gericault de los naufragios y todas las pinturas que representaban ruinas decadentes.

Aquelarre de Goya
No sé si he sido convincentemente con la teoría que quería demostrar de que Nosferatu es dudosamente expresionista y mucho más romántica y simbólica (aquí podríamos hablar también del simbolismo de la sangre pero ya se nos haría muy largo para una entrada de un blog) pero aquí queda ese pensamiento que, por cierto, es compartido por algún otro estudioso del cine.