sábado, 31 de enero de 2009

Película "El retrato de Dorian Gray" de Albert Lewin (1945)

Acaba de salir en dvd esta fascinante película de un director muy poco prolífico como Albert Lewin. Fue un "rara avis" en el Hollywood de la época por su erudición. Sus películas están salpicadas por referencias cultas y solo acometió unos pocos proyectos que le parecieron interesantes. De hecho solo firmó cinco filmes en solitario y otro en colaboración. El otro más conocido aparte del que nos ocupa es el espectral y poco entendido "Pandora y el holandés errante". No menos espectral y etéreo es Dorian Gray, basada en la novela del "mártir gay" Oscar Wilde. Una atmósfera de corrupción moral recorre el celuloide. Los juegos de ocultación de la personalidad evidencian la autoría novelística de un Wilde que, a pesar de su graciosa labia y su aparente despreocupación ante habladurias ajenas, tuvo que intentar adoptar una máscara social ortodoxa. En los famosos juicios que lo llevaron a la carcel, incluso trató de negar su homosexualidad hasta que ya se hizo evidente. La película plasma perfectamente todas esas dualidades (que un gay puede apropiarse sin que la película ni la novela traten de ello específicamente) Hurt Hatfield es el joven eterno, que no se prodigó mucho más en producciones taquilleras y que sí apareció episódicamente en innumerables series de la época como "Alfred Hitchcock presenta", "Robert Montgomery presenta", "Studio One" o en otras posteriores ya más mayor como "Suspense", "Bonanza", "Kojak", "Se ha escrito un crimen" o incluso en un episodio de "El coche fantástico". Le acompañan en Dorian Gray dos buenos actores como George Sanders y Angela Lansbury (con la que ya vemos que volvió a coincidir después en la mencionada "Se ha escrito un crimen"). Enigmática, inteligente, evocadora, morbosa y con ingredientes más que suficientes para hacerla altamente recomendable.

jueves, 29 de enero de 2009

Serie policíaca del abogado gay Henry Rios, del escritor americano Michael Nava



Hoy voy a hablar de una serie policíaca que Michel Nava empezó a escribir en 1986 con The little death y que ya finalizó en 2001 con Rag and bone. En España se han editado dos títulos pero misteriosamente son el segundo y el quinto de esa serie: El chico de oro (Goldenboy, 1988) y La muerte de los amigos (The death of friends, 1996) y así nos hemos quedado desde hace unos diez años. El protagonista es un abogado gay de origen mejicano que acepta casos bastante desesperados que tienen que ver con asuntos en los que se ven implicados personajes homosexuales. Normalmente se trata de acusados por cuestiones homófobas sin que haya pruebas concluyentes y por ello se siente siempre tentado en el caso. Aparte de ceñirse a las típicas reglas del suspense detectivesco (llevar al lector por donde quiere, guardar los descubrimientos sensacionales para el final...) están muy bien escritas y construidas. Los personajes son también siempre muy humanos y varios de ellos son continuístas en la serie, creando una cierta familiaridad aunque aquí nos perdemos eso al tener solo dos publicadas. Los problemas sociales del momento siempre van apareciendo y por ejemplo en la segunda (la primera en España) está muy presente el sida, algo lógico en 1988. El personaje también nos va desvelando aspectos de su juventud y sus confusiones sexuales en aquellos años y en sucesivas entregas van apareciendo también amigos de aquella época que le piden ayuda. Me imagino que cuando se pueden leer las siete novelas, se acaba formando un todo muy homogéneo y coherente. Las recomiendo sin reservas (no tienen nada que envidiar a las clásicas de Agatha Christie) y si domináis bien el inglés se pueden encontrar sin problemas en Amazon.


lunes, 26 de enero de 2009

Película "Secreto tras la puerta" Secret beyond the door, de Fritz Lang (1948)




Como pasará muchas más veces, hoy voy a comentar una película que acabo de ver y que no tiene nada que ver con la temática homosexual. Quiero que en este blog se hable de cine y literatura en general, aparte de que, obviamente, me interese más hacer comentarios sobre cuestiones de temática gay. Se trata de
una cinta que podría entrar dentro del llamado cine negro aunque es muchas otras cosas. A mí me ha recordado mucho a Rebeca (1940) de Alfred Hitchcock. Como en aquella, una joven (interpretada por Joan Bennet) se casa con un hombre al que apenas conoce y se va a vivir a su casa. También allí se encuentra con varias sorpresas desagradables. Una de ellas es una luctuosa afición del marido: coleccionar "habitaciones" donde se han cometido crímenes famosos. Concretamente recrea esas estancias de la forma más fidedigna posible, incluso con objetos originales de aquellos personajes comprados expresamente (suponemos que en subastas o después de intentar dar con el paradero de ellas, eso no se explica) Además, también las suele enseñar cuando tiene invitados u organiza una fiesta. Todas menos la habitación número 7, que permanece cerrada a cal y canto sin que el marido de explicaciones. Tras esa puerta se esconde el "secreto" del título de la película, que intrigará y aterrorizará a la protagonista. No desvelo nada más de esta gran película dirigida por el genial Fritz Lang, autor de "Los Nibelungos", "Metrópolis", "M, el vampiro de Dusseldorf", " El doctor Mabuse", "Furia", "Los sobornados", "La mujer del cuadro" o "Encubridora". Si podéis, hay que verlas todas ellas (tenéis toda una vida por delante para hacerlo) Hace un tipo de cine que no se ve en estos días, entre otras cosas porque los artistas de aquellos años no consideraban tontos a los espectadores.